El dilema de las pajitas, El origen de ellas y su continuo cambio en el mundo de la hostelería.

Un hombre llamado Marvin Stone fue el primero en presentar una patente para una pajita para beber, en 1888. El Instituto Smithsonita cita una leyenda ampliamente promocionada que dice que Stone estaba bebiendo un julepe de menta en un caluroso día de verano de 1880 cuando su trozo de pasto de centeno, que luego se usaba como pajita, comenzó a desintegrarse.

Las pajillas se ofrecieron inicialmente en el mercado como una opción para reducir el riesgo de contraer una enfermedad desde recipientes inapropiadamente lavados, como botellas, vasos y tazas.

Son ahora muchos los establecimientos que optan por usar productor biodegradables.

Si bien son útiles para los consumidores hasta cierto punto, estas pajitas naturales tienden a romperse o desintegrarse mientras están en uso, lo que requiere que el bebedor use múltiples pajitas para terminar una sola bebida, o imparten un sabor terroso a cualquier bebida en la que se colocan.

Las pajitas constituyen el 0.02 % (dos centésimos de un uno por ciento) de los 9 millones de toneladas de plásticos que llegan al mar anualmente.

El mercadeo a los consumidores ha llevado a compañías tales como McDonald´s a volver a las pajitas de papel.​ Además, estas representan un 28 % de los plásticos recolectados en algunas playas brasileñas.

Si te preocupan los animales que viven en el océano, debes intentar dejar de usar pajitas de plástico. Debido a que el plástico está diseñado para ser extremadamente duradero, no se biodegrada. Esto significa que la pajita de plástico de la que bebiste te sobrevivirá por mucho.