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Cerveza, la tercera bebida más consumida del mundo y de la que poco sabes.

La historia de la cerveza es tan antigua como la del vino, si bien es cierto que su consumo se extendió principalmente en las zonas de Este y Norte de Europa, aunque sus inicios son previsiblemente sumerios, se sitúa en una franja entre los 10.000 al 6.000 a. C.

Los Celtas del norte extendieron su consumo por el sur y centro de Europa, con el tiempo, las condiciones climáticas del norte para el cultivo del cereal hicieron que la bebida formará parte de la cultura.

Su último periodo de expansión fue con la colonización, principalmente en la emigración masiva con la revolución industrial por diferentes grupos migratorios.

Para su elaboración debemos partir de cereales más o menos malteados según el tipo, posteriormente se le añade lúpulo que le conferirá el sabor amargo característico y también dependerá del tipo de cerveza que se quiera conseguir.

La fermentación alcohólica se realiza por alguno de los dos tipos de la levadura idóneos para su elaboración:

 Alta fermentación: es la que se encuentra normalmente en la naturaleza. Esta variedad actúa a temperaturas de entre 12 y 24ºC y se sitúa en la superficie del mosto. A las cervezas que se consiguen con este tipo de fermentación se le llama alta fermentación o ales.

Baja fermentación: actúan a temperaturas entre 7 y 13ºC y se suele situar en el fondo del fermentador. Las cervezas que se elaboran con esta variedad son las llamadas de baja fermentación o lager.

También existe la posibilidad de fermentación natural por acción del aire.

Una vez fermentada se estabiliza.

Hay datos que incluso datan que en el antiguo Egipto ya había fermentados de miel, que pudiese ser la primera cerveza.

Dentro de las tipo ALE hay una enorme variedad:

Para los amantes de este fermentado hay una posibilidad casi infinita de sabores y procesos. 

Brown ale: el cereal se tuesta hasta conseguir una cerveza de un color desde ámbar a caramelo o marrón rojizo. Son cervezas potentes y amargas en las que se nota el lúpulo, que es lo que confiere el sabor fuerte de la cerveza.

Cervezas de abadía: también se las conoce como cervezas trapenses y todo conocemos algunas como la Chimay o la Leffe. Se elaboran en conventos de Bélgica, aunque no solo, y tienen un sabor potente aunque no son tan amargas, y un elevado grado alcohólico.

Mild ale: fue por muchos años la 'working class beer' por excelencia, la cerveza de la clase obrera es un tipo de cerveza joven y con poco lúpulo que se sirve tibia y a veces se mezcla con cerveza más madura para darle algo más de gusto. Está en declive.

Old ale: es un tipo de cerveza que reposa durante un tiempo y gana grado por evaporación. Tiene un grado medio entre el 5 y el 10% en volumen y un cierto sabor dulce debido al azúcar residual. Son oscuras y muy contundentes además de amargas.

Pale ale: también llamada India pale ale, es un tipo de cerveza ale que se caracteriza por ser más pálida que la media de las ale, pero conservando un alto grado alcohólico y gran presencia del sabor a lúpulo. Es la cerveza que tradicionalmente se transportaba a los territorios del imperio, de ahí su alto grado para resistir las travesías.

Stout: La stout es una cerveza de color cercano al negro, amarga y elaborada con malta de cebada tostada. Es la clásica cerveza negra, muy tostada y a la que se le añade nitrógeno para que la espuma tenga su consistencia característica. Las marcas más conocidas son la Guinness y la Murphy's, pero hay muchas más y con muchas variantes. Tienen un alto contenido en alcohol.

Porter ale: proviene de una mezcla de brown ale y pale ale para conseguir una cerveza de mucho grado y a la vez más consistencia. Se la considera el paso previo a la stout.

Lager: emperadora continental

El continente europeo ha sido tradicionalmente el imperio de las lager, que aquí fueron creadas, especialmente en Europa Central, lo que comprende Alemania, los Países Bajos y los territorios del imperio Austro-húngaro. De hecho, de Chequia procede en origen la pilsener, pero no es ni mucho menos la única miembro de la familia de las lager.

El consumo total de alcohol por habitante en la población mundial de más de 15 años aumentó de 5,5 litros de alcohol puro en el 2005 a 6,4 litros en el 2010, y se mantuvo en el nivel de 6,4 litros en el 2016.

Algunas de las variantes de lager más conocidas son:

Bock: es una cerveza entre las más fuertes del tipo lager y es típicamente alemana. Puede ser clara u oscura, pero siempre con un sabor potente y una fuerte carga alcohólica que puede superar el 6%.

Dark: también conocida como dunkel lager, es la versión negra de las lager, con grado alcohólico y más tueste de la malta, aunque no es tan potente como las ale stout.

Pale lager: es la lager menos tostada y con menor cantidad de lúpulo, con la intención de dar lugar a una cerveza amarilla y muy ligera, con poco grado y sabor suave y refrescante. Es una cerveza de verano originaria de la República Checa.

Pilsener: deriva de la pale lager y es la cerveza que todos tomamos por defecto en los bares de España. Su mérito fue que coincidió a finales del siglo XIX con un cambio de gustos en la población, sobre todo urbana, que era la que más estaba creciendo y tendía a buscar bebidas de consumo más social. Durante el siglo XX se expandió por todo el mundo.



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